El campo magnético de la tierra ha cambiado sustancialmente a lo largo de la historia de la humanidad. Pero nunca hasta nuestro días ha existido tanta carencia lo que hace necesario buscar alternativas que aporten al organismo lo que el entorno ha cambiado.

Para Secretos para el bienestar la importancia del campo magnético en la vida es una realidad que ya pocos discuten. Sus efectos en todos los procesos biológicos del cuerpo humano son esenciales para le correcto funcionamiento del organismo y cualquier variación, como de hecho esta sucediendo en nuestros días, supone una alteración importante que puede tener serias consecuencias.

Para muchos expertos la intensidad del campo magnético ha sufrido una disminución alarmante que muchos sitúan incluso en un 50%. Siempre ha existido un cambio natural en el campo magnético a lo largo de miles de años pero esta variación ha sido especialmente significativa en el último siglo.

Desde finales del siglo XIX  en adelante se ha experimentado un enorme crecimiento de campos artificiales de campos eléctricos y electromagnéticos con la incorporación a nuestros usos diarios de un sinfín de aparatos utilizados de forma continuada día a día. Estos cambios han sido especialmente significativos en las últimas décadas apareciendo en nuestro hogares todo tipo de tecnologías impensables hace apenas cincuenta años. Y posiblemente lo más grave de esta evolución es que se desconocen de forma científica los efectos de muchos de estos elementos con lo que convivimos a diario. Lo que es unánime es que todos ellos interfieren y reaccionan en los campos magnéticos naturales del cuerpo.

Del mismo modo que en la mayoría de las experiencias naturales, los campos magnéticos  y el entorno que producen afectan a distintas personas de modos distintos y en diferente medida. En Suecia, por poner un ejemplo, el 3% de la población ha sido diagnosticada con un trastorno funcional conocido como electrohipersensibilidad, una condición fisiológica reconocida por la Organización Mundial de la Salud así como distintos gobiernos como los Estados Unidos y Canadá.

Ello hace necesario contrarrestar de alguna manera esta importante deficiencia con el aporte de un extra de magnetismo que devuelva al organismo la energía necesaria para su correcto funcionamiento.

Muchos de nosotros puede que no seamos conscientes de los problemas de la perdida del campo magnético pero aún así somos sensibles, sino hipersensibles, y seguramente estemos notando como este fenómeno puede alterar nuestra calidad de vida en general.

SPEB