
Sueño y falta de energía están estrechamente unidos. Sin descanso es imposible recuperar el desgaste del día y comenzar uno nuevo con las mínimas fuerzas.

Para Secretos para el bienestar sueño y falta de energía son dos conceptos que a menudo se pasan por alto, tanto cuando se piensa en ellos conjuntamente o por separado. Pero aunque muchas personas no hayan pensado en ello, su felicidad y bienestar depende mucho de como cuide estos dos conceptos.
Si se levanta cansado y siente que necesita algún tipo de estimulante a lo largo del día como el café para estar alerta, lo más seguro es que necesite una de estas dos cosas o las dos: más horas de sueño y un sueño de mucho mejor calidad. Piénselo por unos momentos. Pero cuidado, esto no tiene por que significar que haya muchos otros factores que también estén influyendo en su escasa energía a lo largo del día.
Como decíamos hay otros síntomas asociados con un sueño pobre e insuficiente. Algunos de ellos pueden ser el mal carácter, el escaso interés y la falta de atención o la excesiva preocupación y la falta de interés por las cosas y el consiguiente problema a la hora de tomar decisiones. A ello se suele sumar el sueño y la falta de energía.
Si está situación se mantiene a lo largo de un periodo prolongado la falta de sueño y falta de energía puede agrandar nuestro estado de depresión. También puede traer consigo muchos problemas añadidos como mayor riesgo de golpes y accidentes en el hogar, en el trabajo o mientras se esta conduciendo o realizando cualquier tipo de actividad.
Y es que las consecuencias de un deficiente sueño y falta de energía son desastrosas para la salud y el equilibrio. En muchos casos llevan a desenlaces desastrosos, pero en la mayoría supone un descenso más que considerable en la calidad de vida personal y de nuestros amigos y familiares.
[…] la sociedad que vivimos hay demasiada gente que piensa que descansar malo tenemos sueño deficiente es algo normal. El estrés, los problemas diarios, el exceso de trabajo u otros elementos externos […]
[…] Le cuesta mantener una conversación. Es un síntoma habitual. A muchas personas les cuesta mantener conversaciones medianamente largas. Rápidamente pierden la atención y no consiguen concentrarse en lo que se está tratando. Es habitual relacionar estos problemas con un sueño de mala calidad. […]