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La importancia de dormir bien

La importancia de dormir bien

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No todo el mundo descansa como debería. Y tampoco no todo el mundo sabe la importancia de dormir bien. El descanso es esencial para la salud.

Dormir es mucho más que soñar y estar relajado. Dormir es equivalente a tener salud. Al dormir las funciones fundamentales y básicas del cuerpo se garantizan o se interrumpen. Al mismo tiempo, otras funciones específicas se activan y comienza su trabajo.

La importancia de dormir bien
La importancia de dormir bien

La importancia de dormir bien. La clave es la regeneración

Un buen descanso y un sueño reparador es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Así, las hormonas, el sistema inmunológico, otras funciones básicas se recargan durante el sueño. Por tanto, no dormir lo suficiente y de forma adecuada puede tener muchos efectos negativos en la salud y en muchos ámbitos de tu vida.

Y es que a lo largo de la jornada de un día vamos acumulando el cansancio que hace que la necesidad de sueño se active. Se produce lo que llamamos presión del sueño. Así aparecen síntomas como por ejemplo cansancio, dar cabezadas, perder la concentración o que se nos cierren los ojos.

En realidad lo que está sucediendo es que nuestro cuerpo nos está diciendo que necesita descansar. Que necesita dormir.

Pero a pesar de la importancia de tener un sueño y un descanso de calidad muchas personas parece que han aceptado la situación crónica de dormir mal. Esto es mucho más habitual de lo que creemos y en la sociedad actual se ha convertido en una plaga. Y es que en realidad, los hábitos y costumbres de la vida actual, no ayuda mucho a el descanso y a tener un sueño reparador y de calidad.

Te suena de algo levantarte y estar casi más cansado que cuando te has acostado. Si cuando te despiertas te notas cansado y con poca energía seguramente no estés durmiendo lo suficiente o lo estés haciendo mal. En realidad, las horas que debes dormir dependen de muchos factores. Varían de Una persona a otra, y dependen de la edad, de la actividad y de otros factores. Pero en líneas generales los adultos deben dormir entre siete y ocho horas. Los niños entre 9 y 13. Y dos bebés entre 12 y 15.

SPEB

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