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¿Qué haces sin un buen purificador de aire en tu casa?

La elevada contaminación del aire en el interior de los hogares activa las alarmas

Shutterstock / struvictory

María Teresa Baeza Romero, Universidad de Castilla-La Mancha

Mucha gente se siente más segura respirando el aire de sus casas que el aire exterior, y no siempre es mejor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el aire de los hogares está de media entre dos y cinco veces más contaminado que el de la calle.

Al mismo tiempo, la EPA (Agencia de Protección Ambiental estadounidense) estima que el 72% de la exposición a químicos que sufren las personas se produce en interiores.

Sumémosle a esto que de media pasamos el 90% de nuestro tiempo en interiores, y aproximadamente un 70% en casa. Así, aproximadamente la mitad del aire que llega a nuestros pulmones lo respiramos desde nuestros dormitorios, la cocina, el baño o el salón, donde no existe ningún sistema de vigilancia de polución, aunque este aire pueda ser altamente tóxico.

Dos datos que no deberían pasarse por alto: de media, en los hogares hay más formaldehido y benceno, ambos agentes cancerígenos, y también es mayor la concentración de CO₂ que en el aire exterior. Este último, en altas concentraciones puede producir dolores de cabeza, fatiga, etc.

Las principales fuentes de contaminación en una casa

Dentro de nuestras casas hay cinco fuentes principales de contaminación: la que directamente procede del aire exterior; los contaminantes emitidos por los muebles y otros objetos; la emisión de paredes, suelos y otros elementos estructurales; aquellas emisiones que tienen que ver con las actividades que llevamos a cabo dentro de la casa y con los productos que utilizamos para distintas tareas y, por último, las que se deben a la presencia de personas, animales y plantas.

Pero en nuestras casas no sólo hay fuentes de contaminantes, también podemos tener elementos que nos ayuden a eliminar o reducir la concentración de las especies nocivas. Por ejemplo, algunos tipos de plantas y de pinturas (diseñadas para eliminar ciertos contaminantes) o un purificador de aire. Además, siempre podemos diluir abriendo las ventanas.

Contaminantes y efectos en la salud

Muchos de los contaminantes comunes en el aire exterior también están presentes en el aire de nuestras casas: óxidos de nitrógeno (NO₂ y NO, los contaminantes que emiten por ejemplo los vehículos diésel), partículas (polvo, partículas de origen biológico como las responsables del contagio de la covid-19, etc.), ozono (O₃, como el que aparece en la capa de ozono en la alta atmósfera o el que se forma en ciudades muy contaminadas en la baja atmósfera), peróxidos (compuestos como el H₂O₂ que son muy oxidantes y, por tanto, dañinos para nuestra salud), etc.

Algunos de estos contaminantes, como el formaldehido (compuesto altamente irritante), compuestos terpenoides (compuestos orgánicos aromáticos y volátiles que están constituidos por la unión de unidades de un hidrocarburo de 5 átomos de carbono, llamado isopreno y que suelen estar presentes en ambientadores, productos de limpieza, etc.), CO₂, CO, etc. pueden alcanzar concentraciones mucho más altas que en el exterior.

La tabla muestra los efectos que tienen algunos de estos contaminantes en nuestra salud, y sus concentraciones típicas para el aire exterior y el aire interior de nuestras casas. Fuentes: 1MDPI, 2europepmc, 3canada.ca, 4euroWho, 5Science Direct.
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Medidas para minimizar la exposición a estos contaminantes

¿Pero qué podemos hacer para asegurarnos de que la exposición que sufrimos a esos contaminantes se reduzca lo más posible?

Si se trata de un lugar poco contaminado, la mejor herramienta es mejorar la ventilación de la casa, o sea, abrir las ventanas siempre que sea posible, y así nos aseguraramos de que todos esos contaminantes que se generan en el interior de la casa se van a diluir con el aire exterior. Si no es nuestro caso, pensemos en instalar purificadores de aire o algún tipo de filtro en su sistema de climatización. Pero cuidado, no todos los purificadores de aire son eficientes y buenos para su salud…

En el diseño de las casas se ha de tener en cuenta que las habitaciones muy pequeñas suelen estar asociadas con mayores concentraciones de contaminantes. Conviene asegurarse de que el garaje no está conectado directamente con habitaciones donde se pase mucho tiempo. Los puntos de ventilación han de ponerse en la posición más adecuada en los baños y cocinas, evitando materiales para los suelos que puedan ser fuente de contaminantes (por ejemplo, un suelo cerámico emite menos contaminantes al aire interior que un suelo de madera). En conclusión, hablar con los arquitectos y comentarles estas preocupaciones será de ayuda. Cada día hay más profesionales preocupados y formados en este tema.

Además, evitemos, si es posible, utilizar aparatos basados en la combustión, tanto para calentar la casa como para cocinar. En el caso de tener que usarlos, aseguremos que la ventilación de la habitación donde están estos elementos sea adecuada y de que la campana extractora y la canalización de la chimenea funcionan adecuadamente.

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Productos sin aromas para la higiene y la limpieza

Elijamos cuidadosamente los productos que utilizamos para la higiene personal y la limpieza de la casa. Tengamos en cuenta que los aromas sólo sirven para enmascarar otros olores, y todos ellos son fuentes de los llamados compuestos orgánicos volátiles (COVs). Estos compuestos suelen aparecer en mayores concentraciones en nuestros hogares que en el exterior, y la mayoría de ellos, aunque no tóxicos por sí mismos, cuando se descomponen en el aire interior terminan formando compuestos como el formaldehido, que tiene importantes efectos negativos en la salud.

Evitemos también el uso de ambientadores, ya que son una importante fuente de COVs.

Además, no es en absoluto aconsejable fumar dentro de casa o encender elementos tales como barras de incienso, velas, etc. Si se utilizan se estarán introduciendo fuentes innecesarias de contaminantes.

Plantas de interior que limpian

La presencia de plantas puede disminuir los niveles de contaminantes interiores. Algunos ejemplos son: espatifilo, dracaena ‘Golden Coast’ y Zamioculcas.

El Spathiphyllum cochlearispathum se encuentra entre las plantas que reducen los contaminantes del interior de los hogares.

Las aspiradoras con filtro HEPA se ha visto que disminuyen la concentración de partículas (polvo), mientras que, si se barre, se aumenta la concentración de polvo en suspensión.

La pintura ecológica no es siempre una solución

Si recientemente le han entregado su casa o la ha remodelado o pintado, si le es posible, ventile, y no viva en ella durante al menos un mes. Se ha observado que los niveles de la mayoría de los contaminantes asociados al remodelado y pintado de una casa bajan con el tiempo y la ventilación.

El uso de pinturas ecológicas no siempre va asociado a la emisión de menor concentración de contaminantes. Estas pinturas en muchas ocasiones emiten menos contaminantes regulados (incluidos en la legislación), pero no tanto menos contaminantes no regulados.

¿Le quedan todavía dudas? En general, el sentido común suele funcionar en estos casos, ¿o nunca había pensado que quizás cocinar con gas puede ser peor para su salud, desde el punto de vista del aire que respira, que con una cocina eléctrica? ¡Seguro que sí!The Conversation

María Teresa Baeza Romero, Contaminación atmosférica, Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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Hablemos de dopamina

Hablemos de dopamina, un concepto de moda en charlas de coaching, bienestar y ayuda personal. Pocos saben lo que en realidad es.

Dopamina: el neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita

Fórmula química dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una molécula que se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas que lo producen hacia otras células. Por eso interviene en una gran cantidad de procesos como el control del movimiento, la memoria, la recompensa cerebral –ese mecanismo de nuestro cerebro que nos refuerza a repetir una conducta– o el aprendizaje.

También influye en numerosas funciones fuera del cerebro como la motilidad gastrointestinal, la liberación de hormonas, la presión arterial e incluso en la actividad de las células del sistema inmune.

“El que canta su mal espanta”, dice el refrán. Pero no es lo mismo que Rosalía le cante “Si me das a elegir”, a que su hijo de tres años vocifere al son de “Baby shark”. Tampoco es lo mismo cantar “Paquito el chocolatero” en las fiestas patronales del pueblo, que hacerlo en medio de un entierro, un examen o dentro de un avión. Esto precisamente explica la disparidad de funciones que tiene la dopamina. Y es que su acción depende de dónde, cuándo, cómo y en qué cantidad se produzca.

Almacenar recuerdos a través de las emociones

La dopamina es conocida mundialmente por ser una de las moléculas de la felicidad. No en vano, es una de las herramientas que Cupido usa para enamorar.

También proporciona placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Es decir, decide si una determinada información se puede almacenar durante un tiempo o se elimina inmediatamente.

Y esto lo consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones. En este proceso interviene la dopamina en el accumbens -una parte del cerebro muy implicada en el control de las emociones, que comunica con zonas encargadas de la memoria, como el hipocampo-.

Por eso, el aprendizaje que contiene una carga emocional dura más, porque aprender provoca placer y la información se retiene durante mas tiempo. Así que de nada sirve aquello de “la letra, con sangre entra”.

La cantidad de dopamina en el cerebro da información sobre su personalidad

Nuestro horóscopo no influye ni determina para nada nuestra personalidad. La dopamina, sin embargo, sí. Y es que numerosos estudios científicos sostienen que la dopamina podría estar relacionada con rasgos de la personalidad como la inseguridad, la cobardía o incluso el grado de extroversión.

Tanto es así que la cantidad de dopamina en la amígdala cerebral -región del cerebro relacionada con emociones como la ira, el placer o el miedo- nos permitiría saber si una persona es tranquila o insegura o si se estresa con facilidad.

Es lo que ocurre con las personas con predilección por las “emociones fuertes”. Ciertas regiones de su cerebro tienen una mayor cantidad de dopamina, por lo que son mas “inconscientes” en sus actos. Al contrario, bajos niveles de dopamina se han relacionado con fobia social.

Dopamina, adicciones y motivación

La dopamina es la culpable de nuestras adicciones, de las malas y de las menos malas. Entre las malas, las drogas aumentan la cantidad de dopamina en el sistema de recompensa del cerebro, lo que produce un estado de placer que refuerza que sigamos consumiéndolas. Algo parecido pasa con las menos malas, como el dulce o la comida basura.

Además, cada persona no responde de la misma manera ante estas adicciones. La razón es que no todos sentimos el mismo placer al comer una tarta, por ejemplo. Un estudio científico asegura que es debido al número de receptores a los cuales se une la dopamina.

De esta manera las personas con tendencia a la obesidad tendrían menos de estos receptores y por tanto necesitarían comer más para notar la misma satisfacción que produce el acto de comer. Son, por tanto, “más adictos” a la comida. Y esta es otra característica de la dopamina: su liberación nos puede convertir en adictos ya que nos impulsa a una búsqueda continua del placer.

La dopamina también tiene función motivacional. No solo nos recompensa cuando realizamos una actividad placentera, sino que también se libera mucho antes de realizar una acción. De esta manera, consigue motivarnos a buscar situaciones o actividades agradables, evitando las negativas.

Prueba de esto es que la baja producción de dopamina ocasiona anhedonia, uno de los síntomas mas característicos de la depresión. Al contrario, altos niveles de dopamina en la corteza prefrontal hacen que las personas estén más motivadas a cumplir con objetivos más exigentes.

La cara oculta de la dopamina

Pero no todo son alegrías. La dopamina también está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Cuando tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

En caso de que la cantidad de dopamina disminuya, aparecen el trastorno depresivo mayor, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1.

Aunque si hay una enfermedad que irremediablemente nos viene a la cabeza cuando hablamos de un déficit en dopamina es la enfermedad de Parkinson, cuyo Día Mundial se celebra el 11 de abril. En este caso, la causa de este trastorno es la muerte de las neuronas que producen dopamina en una región del cerebro que se llama sustancia negra. Esta dopamina está implicada en el control de la actividad motora, de ahí los síntomas que presentan los pacientes que la sufren.

A pesar de que en la actualidad no hay una cura contra el párkinson, algunos tratamientos permiten mejorar los síntomas y, por tanto, la calidad de vida de los pacientes.

En este sentido, el fármaco estrella desde hace décadas es la levodopa, precursor metabólico de la dopamina. Es decir, cuando se consume por vía oral, se absorbe rápidamente en el intestino y rápidamente llega al cerebro, donde se transforma en dopamina, mejorando el control del movimiento.

En resumen, la dopamina es la Mary Poppins de nuestro organismo, “prácticamente perfecta en todos los sentidos”. En cuanto a sus acciones, al igual que la niñera inglesa, puede ser severa pero también amable y educada.The Conversation

José A. Morales García, Profesor e Investigador Científico en Neurociencia, Universidad Complutense de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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José A. Morales García, Universidad Complutense de Madrid

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Cumplir unos horarios en las comidas es más importante de lo que crees

Cumplir unos horarios en las comidas es más importante de lo que crees

Llevar una vida ordenada es recomendable. Pero cumplir unos horarios de las comidas es más importante de lo que crees.

En la orden en la comida signos horarios que se cumplan para tener un equilibrio en tu vida y mantener una estabilidad. Así lo demuestran estudios que ponen de manifiesto cómo la comida en horarios regulares es muy beneficioso para protegernos de enfermedades. Con ello será más fácil mantener a raya problemas en nuestra presión, diabetes incluso diferentes tipos de cáncer.

Cumplir unos horarios en las comidas es más importante de lo que crees
Cumplir unos horarios en las comidas es más importante de lo que crees

Cumplir unos horarios en las comidas es más importante de lo que crees

Pero lo cierto es que no son buenos tiempos para conseguir implantar en nuestra vida unos hábitos de regularidad. El estrés laboral, los compromisos familiares y sociales y las distintas actividades suponen que no sea nada fácil adaptarnos a unos horarios rígidos tanto en el sueño, en la comida o incluso en el trabajo.

El automático en serio la regularidad es muy importante y está muy vinculada a tu salud. Es la mejor forma de mantener el organismo con un funcionamiento óptimo y preparado para cualquier eventualidad.

Según diferentes estudios el organismo está hecho para mantener una regularidad y unos hábitos.

Comportamientos y actitudes que hoy están muy extendidas como trasnochar y acostarnos altas horas. También saltarnos algunas comidas o hacerlas de mala manera. También no llevar un horario estricto a la hora de dormir acostándonos y levantándonos a una hora determinada. Todas estas acciones no benefician en absoluto nuestra salud, nuestro equilibrio y nuestro bienestar.

La comida es fundamental para mantener el peso

Pero no solo para evitar los problemas que hemos citado anteriormente. Comer siempre es esencial para conseguir un equilibrio nutricional y mantenernos en nuestro peso perfecto. Esta regularidad es una forma perfecta para evitar la sensación de comer a todas horas y tener hambre permanentemente.

 

 

 

 

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Lo colaborativo está de moda incluso en la limpieza

El coronavirus nos ha exigido higiene. Amway nos asegurado desde hace años que lo colaborativo está de moda incluso en la limpieza

Los cambios en los hábitos y los cambios sociales las últimas décadas han sido muy importantes. Pero el coronavirus nos ha traído que muchas de estas transformaciones se aceleren de forma considerable. Uno de estos cambios es el que ahora pasamos mucho más tiempo en casa que hace unos pocos años. Y esto, como es natural, trae consigo el incremento de trabajo es domésticas, has visto multiplicadas por el uso.

Lo colaborativo está de moda incluso en la limpieza
Lo colaborativo está de moda incluso en la limpieza11

Es el caso de la tecnología, de la economía, y de una forma que no sea mucho más directamente, de las tareas de casa y de la limpieza.

Lo colaborativo está de moda incluso en la limpieza. Todos debemos participar.

Realidad es evidente que toda la familia puede contribuir a la limpieza de la casa. La cuestión es dividir las tareas según las edades y las habilidades de cada uno de los miembros de la familia. El objetivo es involucrar a todos en esta tarea común, al mismo tiempo de hacerles descubrir la satisfacción de cuidado del hogar. Lo colaborativo está de moda.

Involucra a toda la familia en la recogida de la ropa de los elementos del hogar. Un turno rotativo hará una semanas unos recoja la ropa de la sábanas, puedes poner las cortinas, o está la ropa sucia. A la semana siguiente estos podrán cambiar actividades diferentes como limpiar los cristales, o limpiar los muebles, pues piernas a fondo la cocina y los baños.

Limpieza sí, pero respetuosa con el medio ambiente y con nuestra salud

Uno de los consejos más importantes es eliminar de la casa todos los productos nocivos y contaminantes que hemos acumulado durante mucho tiempo, sin ser conscientes de sus peligros. No estaría demás echar un vistazo a la gama de productos de limpieza del hogar de la firma Amway, todos ellos respetuosos con el entorno y, la mayoría, testados dermatologicamente.

SPEB

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De espacios inertes a espacios verdes

De espacios inertes a espacios verdes

De espacios inertes a espacios verdes

High Line Park (Nueva York).
Wikimedia Commons / Dansnguyen

Julián Briz Escribano, Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Isabel de Felipe Boente, Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y Teresa Briz, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)

En el campo urbanístico ocupan un lugar destacado los grandes proyectos que movilizan inversiones. Sus diseños e innovaciones, en un medio o largo plazo, transforman nuestra vida siguiendo unos parámetros de supuesto bienestar.

Ciudades como Madrid (Madrid Nuevo Norte, Madrid Río, Bosque Metropolitano, Renazca), Barcelona (reestructuración olímpica, Plan Natura 2030) y Valencia (cauce antiguo del Turia) experimentan grandes cambios. Simultáneamente hay recursos marginados que pueden salir a la luz con presupuestos más limitados, a plazos más cortos y con participación ciudadana, como es el caso del suelo y edificaciones urbanas.

La necesidad de un espacio abierto naturado en proximidad (balcones, terrazas, fachadas) se ha puesto de manifiesto durante el confinamiento debido a la actual pandemia. Se ha estimulado la demanda, especialmente, en edificios ya existentes.

Como respuesta, tanto los legisladores como los planificadores urbanos están planteando considerar que estas superficies no computen como edificabilidad de la vivienda, eximiéndolas de la tasa de bienes inmuebles. Esto sería un estímulo para nuevas construcciones o para la reconversión de las existentes.

No obstante, esta medida no es suficiente, pues no se presta atención al uso que se le debería dar. De hecho, en muchas ciudades los balcones y cubiertas se encuentran sin naturar por parte de sus habitantes, lo que debe estimularse a través de las oportunas campañas de apoyo.

Infraestructuras verdes urbanas olvidadas

La sociedad urbana no reconoce adecuadamente los beneficios que percibe de las infraestructuras verdes. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

  • Multifunciones. Por ejemplo: valor paisajístico; base de alimentos en los huertos; centros de encuentro y ocio; instrumentos descontaminadores de gases, polvo y calor; fuentes de salud física y mental; fomento de la biodiversidad y amortiguadores del cambio climático.
  • Aprovechamiento de espacios marginados a costes asumibles. Es el caso de las cubiertas y paredes verdes. Hay millones de metros cuadrados que pueden reutilizarse con jardines, huertos o invernaderos según su ubicación y la preferencia de los vecinos.
  • En las zonas urbanas más densas no queda espacio disponible en el suelo, y la naturación en altura es la única alternativa. En el caso de Madrid, estudios realizados en el barrio de Salamanca estiman que unos 475 mil metros cuadrados son susceptibles de naturación, a través de invernaderos, huertos y jardines al aire libre o dejando poblar a la naturaleza libremente con flora y fauna nativas, como suelen hacer ciudades como Londres, impulsando la biodiversidad.

La actitud del vecindario es manifiestamente favorable a la creación de espacios naturados en su entorno. Están dispuestos a apoyarlos económicamente en su instalación y mantenimiento, según análisis preliminares en distritos de Madrid como Salamanca, Argüelles, Chueca y Prosperidad.

Terrazas con invernaderos descontaminantes

Comentaba el premio Nobel Camilo José Cela en el artículo Jardines en el tejado (ABC, 1995) que “un inventor con tiempo para la fantasía ha tenido la idea de convertir tejados en jardines, siendo una inquietud tan saludable como oportuna”.

La fantasía que comentaba Cela se ve acompañada de realidades, poco reconocidas por los urbanitas, entre las que podemos señalar:

  • Las azoteas son uno de los recursos dormidos que podemos despertar en nuestro país, al igual que se viene haciendo en otras ciudades del mundo, sustituyendo los bosques de antenas y tendederos por espacios verdes de huertos y jardines.
  • Un plus añadido lo constituyen los invernaderos que purifican el aire de las chimeneas de calefacciones de viviendas y oficinas, así como actividades industriales. Se trata de reconducir los gases expulsados a invernaderos, donde el calor, el CO₂, NO₂ y el polvo en suspensión pueden ser reciclados utilizándolos en el cultivo de plantas.
  • Madrid y Barcelona son dos de las ciudades europeas más contaminadas por partículas en suspensión PM₂,₅ y NO₂ y con mayor mortalidad. El NO₂ necesita una reconversión especial mediante urea cristalina, comercializada ya como AdBlue para los vehículos, especialmente camiones, habida cuenta que son una de las fuentes contaminantes más significativas en las ciudades.
  • Las superficies naturadas en las cubiertas enfrían el aire que las rodea. Al deslizarse este desde las alturas por su mayor densidad, desplaza el aire contaminado de las calles, que se eleva y puede ser renovado mediante movimientos circulares.

Justicia social y naturación urbana

La recuperación de un área degradada, con una buena ubicación y habitada por grupos marginales, puede provocar un efecto de gentrificación. Puede atraer a ciudadanos más ricos que expulsan a los moradores tradicionales más pobres, enfrentados a una elevación de los precios de sus productos habituales o escasez de estos, así como de los servicios utilizados habitualmente. Con ello se alejan de sus puestos de trabajo y se rompe el entorno sociocultural de la comunidad en la que se encontraban.

La mayoría de las grandes ciudades con programas dinámicos urbanísticos se encuentran con ese marco operativo. Así, la ciudad de Nueva York muestra varias experiencias en dicho contexto. El corredor verde High Line, que aprovechó las infraestructuras de los pasos elevados en las calles para construir áreas verdes y jardines, ha tenido un gran éxito económico, atrayendo a turistas y negocios.

Madrid Río.
Shutterstock / Jose Luis Vega

Otro proyecto exitoso ha sido Madrid Río. Esta iniciativa ha supuesto una mejora en la ribera del Manzanares. Se ha soterrado el tráfico con túneles, cubriéndolos con parques y áreas de recreo, con árboles y zonas verdes. Además, se ha recuperado el propio río, con su función natural y aumentando la biodiversidad. Es de interés analizar la evolución del vecindario, la revalorización de edificios, el perfil demográfico y los cambios producidos, habida cuenta el esfuerzo financiero realizado.

La celebración de eventos como las Olimpiadas ha sido un factor determinante para reestructurar ciudades como Pekín o Barcelona. Así, se han transformando zonas marginales o abandonadas, pero con un valor de situación geográfica, con el apoyo de inversiones públicas que, en definitiva, benefician a grupos determinados.

El parque de la Nueva Icaria, en la Villa Olímpica de Barcelona.
Canaan / Wikimedia Commons, CC BY-SA

Caso especial para mencionar es el casco de La Habana Vieja. En conversación personal con el ya fallecido Eusebio Leal, historiador de La Habana, nos comentaba que se ha producido un fenómeno de recuperación, involucrando al propio vecindario, manteniendo los valores arquitectónicos y culturales tradicionales. Una de las preocupaciones ha sido evitar la gentrificación, fijando a la población habitual y facilitando actividades como el mercado de artesanía.

En conclusión, se puede decir que las soluciones basadas en la naturaleza aplicadas a los problemas urbanos deben encontrar un equilibrio entre la mejora del entorno medioambiental y la concordia económica y saludable del tejido social en que se ubican.The Conversation

Julián Briz Escribano, Catedrático emérito, Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Isabel de Felipe Boente, Profesora jubilada de Economía y Desarrollo, Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y Teresa Briz, Profesora Contratada Doctora. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.