El código de la emoción o como cambiar tu vida

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Muchas personas son adeptos a esta terapía: el código de la emoción o como cambiar tu vida sin darte apenas cuenta

Ya ha cambiado la vida de miles de personas en todo el mundo. Gracias al código de la emoción han conseguido eliminar de su interior esas dañinas emociones que durante años han vivido con nosotros. Se trata del código de la emoción, del doctor Nelson, que está ayudando a miles de personas a eliminar una parte de su vida que le está causando mucho daño. Gracias a esta terapia están consiguiendo una mejor calidad de vida tanto física como emocional.

El código de la emoción o como cambiar tu vida. La terapia más efectiva que puedas imaginar

Es algo muy simple. Son núcleos energéticos que han anidado en nuestro interior y permanecen ahí de por vida. Las emociones atrapadas que se enseñan en el código de la emoción son energías acumuladas que no han podido salir correctamente de nuestro interior. Y lo más curioso, es que ni tan siquiera somos consciente de ello.

En realidad es cuestión de sensaciones y sentimientos que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida. Ya que hemos podido ser conscientes o no de multitud de evidencias. Todas ellas nos han producido en un momento determinado de nuestra vida una energía específica que ha podido, o no, queda integrada en nuestro interior. Puede ser una impresión o sensación que ha perdurado más de lo debido en nuestro interior. En realidad, estamos hablando de una fuerza interior que eligiendo su espacio, Sin nuestro permiso y con muchas consecuencias para nosotros Va a suponer una gran carga de influencia negativa que nos va a producir problemas físicos y malestar.

Eliminar las emociones atrapadas en nuestro interior puede suponer un cambio radical en nuestra vida. Así podremos ver cómo desaparecen dolencias y limitaciones que hemos padecido durante años. También podremos beneficiarnos de una relación nueva con conocidos de los que en algún momento nos hemos alejado. Por último, puede suponer una nueva manera de vernos a nosotros mismos.

SPEB