Son dos tipos de regímenes muy habituales. Dietas bajas en grasas o en carbohidratos.
Entre sus adeptos hay opiniones para todos los gustos.
Para Secretos para el Bienestar no hay una respuesta definitiva ante las dos dietas. Depende de cada persona. Cada cual debe experimentar consigo mismo. Si la dieta que está siguiendo es demasiado rígida, es bastante normal que no funcione. Si se le hace muy cuesta arriba, pruebe con otra.
Las dietas que tienen menos del 45% de hidratos de carbono o de más del 35% de proteínas son difíciles de seguir. Y parece ser que no más eficaces que otras dietas. Además aumentan la posibilidad y el riesgo de enfermedades del corazón.
Las dietas con niveles muy bajas en carbohidratos, según varios estudios, pueden tener un efecto negativo sobre el estado de ánimo.
Dietas bajas en grasas o en carbohidratos
Bajo en grasa.- Se está llenando de menos
Las grasas saludables en realidad puede promover la pérdida de peso. Pero tenga en cuenta que algunas grasas son buenas para el corazón. Eliminarlos de la dieta puede causar problemas.
La grasa contiene 9 calorías por gramo mientras que los carbohidratos contienen 4. En consecuencia en teoría, puede duplicar su ingesta de alimentos sin tomar más calorías mediante la reducción de la cantidad de alimentos grasos. Al mismo tiempo, comer más que están llenos de hidratos de carbono. Especialmente ricos en agua, frutas y verduras.
Pero para muchos, tiende a ser menos sacíante y sabrosa que otras dietas. Con ello pierde adeptos y disminuye su atractivo a largo plazo.
Baja en carbohidratos. Rápida pérdida de peso, pero ojo a largo plazo
Es la otra estrategia de alimentación para otro tipo de gente. La dieta baja en hidratos de carbono se basa en el hecho biológico. El consumo de hidratos de carbono eleva los niveles de azúcar en la sangre, lo que desencadena un torrente de insulina del páncreas.
Pero la teoría va un paso más allá, asegurando que los niveles altos de insulina producen hambre, por lo que las personas que comen hidratos de carbono ingiere más calorías y ganan más peso.
Bajas en carbohidratos. Tienden a causar deshidratación
Para compensar la falta de carbohidratos en la dieta el organismo moviliza sus propias reservas. Echa mano del hígado y el tejido muscular. En el proceso, el cuerpo también moviliza agua. Significa que los kilos perdidos son el peso del agua.
El resultado es la pérdida rápida de peso pero después de unos meses.
La Asociación Americana del Corazón advierte a las personas en contra de la dieta de Atkins. Es demasiado alta en grasas saturadas y proteínas. Además puede ser perjudicial para el corazón, los riñones y los huesos. También la falta de frutas y verduras es preocupante. Y es que comer estos alimentos tiende a disminuir el riesgo de derrame cerebral, demencia y algunos tipos de cáncer.
Para la mayoría de los expertos dietas bajas en carbohidratos son las menos restrictivas ofrecer un enfoque más razonable. En cualquier caso, piénselo: dietas bajas en grasas o en carbohidratos.