Sin duda esta de moda. No comer durante horas o, puede que incluso durante un par de días. Ayuno sí. Ayuno no. Ahí van algunas pistas.
En realidad cada vez es más común escuchar los beneficios de ayunar. Incluso es habitual oír que es bastante beneficioso para la salud. En realidad, lo que hace pocos años era poco menos que una barbaridad, ahora, por arte de magia, se ha convertido en una práctica saludable y beneficiosa.
Ayuno sí. Ayuno no. Algunas pistas
Pero vayamos por partes. En principio, la base fundamental común en buena parte de las dietas de adelgazamiento se basan consumir menos energías de las que se gastan. Elemental. Así, para muchos dietistas, es esencial a la hora de perder peso compensar lo más posible la balanza de consumo/gasto, lógicamente siempre a favor del segundo.
Pero parece aceptada la idea de que para perder peso se deben consumir al menos la mitad, o un poco más, de las calorías de grasas saludables que consumimos en un día. También consumir la cantidad de proteína adecuada. Por último, evitar cierto tipo de alimentos de todos conocidos, pero poco respetados por la mayoría.
Ayuno sí. Ayuno no. La balanza se inclina para el sí
En efecto. La consabida discusión entre ayuno sí. Ayuno no, parece que ya tiene un ganador. El ayuno. Y sus beneficios no se limitan a perder peso. Muy por el contrario, son abundantes los beneficios para la salud el hecho de incluir el ayuno regular en nuestra forma de vida.
Para muchos especialistas en la materia, el ayuno mejora notablemente la energía y el estado de animo. También ralentiza el envejecimiento y mejora notablemente el nivel de azúcar en la sangre, esto último una patología demasiado habitual en nuestros días.
Ayuno sí. Ayuno no. Que cada uno decida.