El ayuno en el desayuno parece que está de moda. Y no solo por la mañana sino incluso hacerlo uno o varios días. Pero ¿crees que es una buena idea?
La alimentación y las comidas que debemos hacer a lo largo del día. Es un tema recurrente del que se habla de forma habitual, y especialmente en estas épocas que preceden al verano de las vacaciones, en donde las dietas cobran toda su importancia y protagonismo.
Habitualmente tenemos asimilado, porque así no lo han repetido expertos en nutrición, que es muy importante no saltarse ninguna de las tres comidas principales que de forma tradicional se viene realizando a lo largo del día. Pero en los últimos años se ha impuesto en los ámbitos nutricionales incluir a las tres comidas habituales dos más, es decir cinco comidas al día. Tres de forma más importante y dos entre horas en forma de pequeñas tomas.
Ayuno en el desayuno: tiene defensores y detractores
Para muchos el desayuno es la comida más importante del día. No en vano en países anglosajones sin duda se ha impuesto desde años empezar el día con una comida copiosa que incluye todo tipo de alimentos. Es más es habitual escuchar la expresión de no ser nadie hasta que se toman café.
En realidad esto tiene bastante lógica. Muchos expertos consideran el momento de levantarnos como un post ayuno. Es decir, desde la cena del día anterior a las 10 horas antes, nuestro cuerpo la comida absolutamente nada. Esto se puede traducir en una falta de energía y cierta debilidad física.
Pero aún así, y a pesar de esa falta de nutrientes en nuestro organismo, también durante tiempo se extendió la corriente de comenzar el día haciendo deporte sin haber comido absolutamente nada. La teoría explicaba que esta costumbre a la hora de hacer ejercicio era tremendamente beneficiosa y favorecía la pérdida de calorías, y en consecuencia la pérdida de peso. Pero está al corriente de ayuno por la mañana antes de hacer ejercicio parece ser que no es del todo saludable. Para muchos realizar ejercicio después de un buen desayuno es la mejor forma de quemar más cantidad de carbohidratos, que también, ¿cómo no?, de evitar la ansiedad por la comida que se puede producir en las horas siguientes.
Desayunar bien y aportar glucosa a nuestro cerebro para tenerlo contento
La ausencia de glucosa es uno de los problemas principales que vienen de la mano del ayuno a la hora de desayunar. Los consecuencias de esta ausencia son además de falta de concentración y un humor de perros, incremento de la ansiedad y el nerviosismo. También la falta de glucosa a primeras horas de la mañana afecta de forma manifiesta sistema nervioso.
Al final parece que se impone la teoría de mantener el desayuno y olvidarse de saltar se va. Según parece es la mejor forma de activar el cuerpo una vez pasado las horas de descanso. Y lo ideal es un desayuno desafiante que aporte nutrientes e hidratos de carbono complejos, una pequeña porción de grasa saludable y proteínas.