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Animales domésticos y bebes

Alergia a animales

Animales domésticos y bebes. Hasta hace relativamente poco, se suponía que el exponer a los niños desde muy pequeños a los perros y gatos creaba futuras alergias a las mascotas. Pero de acuerdo a una serie de estudios recientes, si la exposición tiene lugar en la infancia, especialmente durante el primer o segundo año de vida, el resultado es todo lo contrario. El contacto puede proteger a los niños contra el desarrollo futuro de las sensibilidades alérgicas.

Alergia a animales, Animales domésticos
Cada vez son más las personas que padecen alergia a animales.

Y  lo que es especialmente interesante es que la exposición a animales domésticos en la infancia, no sólo puede reducir el riesgo de alergias a pelo y la caspa, sino también a otro tipo alérgenos ambientales. Para Secretos para el bienestar  esta nueva versión del contacto de los niños con animales supone una nueva visión para los amantes de los animales de compañía con niños. Los niños con los gatos en el hogar tienen 50 % menos alergias a los gatos.

Un estudio publicado hace dos años en la revista Clinical and Experimental Allergy analizó a más de 550 niños desde el nacimiento hasta la edad de 18 años. Se observaron los datos de las familias de los niños sobre la presencia de animales domésticos. Los que tenían un gato en casa durante su primer año de vida tenían un 50 % menos probabilidades de ser alérgicos a los gatos que los niños no expuestos desde el nacimiento hasta un año. Los investigadores concluyeron que en la exposición a las mascotas en edades posteriores no mostraba datos de reducción significativos.

Fue la exposición durante la infancia lo que llevó a la conclusión de que “El primer año de vida es el período crítico durante la infancia cuando la exposición a los perros o los gatos influye en la sensibilización alérgica a estos animales”.

Otro estudio aseguraba que vivir con un perro en la primera infancia protege contra las alergias por inhalación.

Según otro informe anterior del 2008 la exposición a los perros en la infancia, y especialmente en la época de nacimiento, se asocia con cambios en el desarrollo inmunológico y las reducciones en la hipersensibilidad alérgica. Estos resultados no se explican por la exposición a la endotoxina, ergosterol, o ácido murámico. El estudio buscaba determinar si los efectos de la exposición a las mascotas en el desarrollo inmunológico y las alergias en los niños pequeños podía ser explicada por cambios en la exposición a estímulos innatos inmunes en el polvo.

Los investigadores concluyeron que los niños expuestos a un perro en el hogar durante la niñez más temprana tenían una tasa significativamente menor de polen mezclado y la sensibilidad por inhalación desde el nacimiento hasta los 6 años.

Los niños que no tenían contacto regular con los perros, no redujeron las tasas de sensibilidad a la inhalación de polen y similares como si lo hicieron los niños que vivían con perros en el hogar.

Los investigadores concluyeron que viven con un perro durante la primera infancia protege contra las alergias por inhalación.

SPEB

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