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Las altas temperaturas y el agua embotellada en plástico no es la mejor combinación. Sabes dónde ha estado la botella de plástico que estás bebiendo.
Es una pregunta que nos hemos hecho muchas veces. Sobre todo en los tórridos meses de verano en donde vemos botellas de agua almacenadas en sitios calurosos o al sol. Porque en realidad desconocemos, en la mayoría de los casos, el proceso Por el que ha pasado esa botella de agua desde su elaboración hasta que está en nuestra mano lista para beberse.
Las altas temperaturas y el agua embotellada en plástico ¿Dónde ha estado esa botella?
Es un misterio para casi todo el mundo. Esa botella de agua, o de refrescos, puede haber estado en cualquier lugar o fuente de calor. En el propio almacén, en un camión transportándose hacia su destino, o en un descubierto esperando para ser colocada en la estantería de un supermercado.
Tampoco es inusual la vista de grandes botellones de agua expuestas en tiendas o lugares públicos en donde permanentemente están recibiendo el calor del sol.
El calor en el plástico puede empeorar la calidad del agua embotellada
Parece un anime la afirmación de que el calor y el agua embotellada no hace un buen matrimonio. Por ejemplo, es conocido que el antimonio, una sustancia química tóxica que se utiliza en la fabricación de algunos plásticos, se filtra en el agua sobre todo con una temperatura elevada. Así, algunos estudios mostraron que almacenar botellas de plástico con líquidos dentro a altas temperaturas aumenta notablemente la cantidad de filtración de sustancias tóxicas.
Para algunos investigadores el calor sobre las botellas de plástico favorece la ruptura de enlaces químicos en la propia composición del plástico. Por ello, si efectivamente está convencido de beber agua embotellada, busque las botellas de plástico.
Si lo que busca es una solución más segura, saludable y económica informes sobre los filtros de agua de calidad contrastada.
Esos químicos de plástico pueden trasladarse fácilmente a las bebidas que contienen