Aunque parezca absurdo de los tiempos consumistas que vivimos, tener más cosas no nos hace más felices. Es una realidad
De vez en cuando podemos verlo en un anuncio publicitario maldito que lo que hace en el fondo es vendernos algo que no nos vale para nada. Su mensaje, emitido por algún famosillo de turno, repite la máxima de que no por tener más vamos a ser más felices. O algo así como que lo importante es lo que somos y no lo que tenemos. Eso si el que emite el mensaje es una persona con una situación social y económica privilegiada.
Tener más cosas no nos hace más felices o lo que es lo mismo, el minimalismo
El término minimalismo, tan de moda en los últimos años en distintos sectores como la moda, la decoración en el diseño, está en boca de mucha gente. También se ha puesto de moda en muchos sectores jóvenes de la población. La palabra e C significa una actitud de vida que supone reducir nuestra vida y lo que nos rodea a lo más esencial. Eliminar elementos y actitudes sobrantes, tanto en lo espiritual como en lo material. Se trata de la forma de vivir y de un estilo de vida que da importancia sobre todo a saber distinguir lo esencial e importante de lo banal. Se trata en definitiva de apostar por lo simple y lo que nos va a proporcionar felicidad y satisfacción.
Tener más cosas no nos hace más felices. Empieza poco a poco
Empezar a desprendernos de las cosas que nos sobran, y no sabemos ni que tenemos, es el primer paso. Pero hay que hacerlo de una forma personal adecuándolo a nuestra situación y a nuestras necesidades. Por ello lo importante es ir poco a poco, sin prisas, adaptando los cambios en lo material y en nuestra forma de pensar.
En realidad hay que prescindir de lo que no es importante y necesario para uno mismo. Se trata de vivir con con lo que realmente es importante y nos aporta algo, con lo que usas de verdad y con lo que necesitas.
Hay abundante literatura referida al orden y a un concepto de vida minimalista. Todos coinciden en que todos los objetos que tengas en tu casa y en tu entorno deben de tener un uso concreto y el lugar donde deben ser guardados y descansar. Es la mejor forma de mantener el orden y la paz interior.
Otro punto importante que siempre se pone de manifiesto es frenar los impulsos desorbitados a la hora de comprar, ser selectivo. Para ello es esencial hacer las compras necesarias y hacerlo con cabeza, no comprar algo que no necesitas. También es importante aplicar ciertas normas éticas y sociales a la hora de comprar. Hacerlo de forma ética y responsable.
Por último es importante valorar nuestro tiempo y buscar momentos cada día para nuestra meditación y reflexión. Para ello es recomendable reducir al máximo los tiempos de televisión, sobre todo en emisiones basura que repiten de una forma permanente y constante mensajes intrascendentes y dañinos. Tampoco está demás reducir el tiempo de uso del móvil y la navegación por Internet. Con ello ganaremos tiempo para relacionarnos con las personas que están alrededor nuestro y para nuestra propia reflexión personal.