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Alternativa a los medicamentos o el fin de un modelo sanitario

Nikken y los medicamentos. Fin de un modelo sanitarioLa medicina alternativa y la prevención nunca a cobrado tanta importancia como en nuestros días como alternativa a un ciclo que ha comenzado su fin. Las autoridades comienzan a tomar conciencia del peligro que acecha por la perdida de eficacia de muchos medicamentos, especialmente los antibióticos.

Alternativas de una vida natural cuidando la prevención y la salud del día a día como aconseja Nikken comienzan a ser consideradas como la alternativa de futuro para evitar la dependencia de la medicina tradicional y la escalada de enfermedades.

Lo que muchos llevan décadas anunciando con el rechazo absoluto de la comunicad médica y de las autoridades sanitarias, en cuanto a el peligro de una sociedad fundamentada en soluciones farmacológicas, se está haciendo realidad.

La salud entendida como remedio ante un problema y no como prevención para que ese problema no se manifieste parece que empieza a hacer aguas y ya son pocos los que dudan que de seguir por este camino pronto se convertirá en un problema mundial de salud con terribles consecuencias financieras y económicas.

El modelo de medicina que se ha impuesto de manera irracional en el ultimo siglo es insostenible como confirman las cada vez más difíciles estructuras sanitarias  que hay que mantener. A la perdida de eficacia se une el deterioro de la salud de la población lo que hace un planteamiento insostenible que necesita alternativa a los medicamentos. Mas enfermos y menos prestaciones.

Según varios informes recientes de las autoridades sanitarias británicas la situación es alarmante. En declaraciones de Sally Davis, directora del Consejo de salud de Reino Unido y una de las máximas responsables de la salud en su país, califica la situación de catastrófica amenaza para la humanidad por la, cada vez más extendida, resistencia genética a los antibióticos.

La elevada prescripción médica de antibióticos, su consumo irresponsable por parte de la población y su utilización en las granjas para acelerar el engorde de los animales, son las principales causas de la resistencia genética que estamos desarrollando a estos medicamentos. Las autoridades sanitarias británicas y norteamericanas han alertado sobre esta “catastrófica amenaza”, cuyas consecuencias económicas y riesgos para la salud a medio plazo se han comparado con el terrorismo bacteriológico y el cambio climático.

Una de las explicaciones a tan apocalípticas palabras son el uso descontrolado de fármacos unido a la resistencia de los antibióticos a las enfermedades. El incremento de patologías infeccionas y otro tipo de nuevas manifestaciones de enfermedades ha servido para llenar, aún más, las arcas de las compañías farmacéuticas, una de los sectores económicos más poderosos. Ante la resistencia del organismo a los antibióticos la solución ha sido tan absurda como beneficiosa económicamente. Hacerlo cada vez más fuertes.

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