Por primera vez un grupo de expertos e investigadores han afirmado, de forma inequívoca y definitiva, que el aire ambiental, el que respiramos en nuestro entorno, no es que sea nocivo, cosa aceptada, sino que puede ser clasificado formalmente como una causa de cáncer.
Tal afirmación se basa en numerosos estudios epidemiológicos en millones de personas de Europa, Norte y Sur de América y Asía. El informe está firmado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio realizado ha sido un complejo estudio de millones de datos en busca de una respuesta científica a una pregunta simple: cuales son los efectos del aire que respiramos. Y la respuesta ha sido categórica. La contaminación ambiental que respiramos a diario es un riesgo de cáncer inmensamente mayor que personas que viven en parajes naturales, exentos de contaminación. En las conclusiones se pone de manifiesto que hay evidencias sobradas del perjuicio que causa en el organismo la exposición a las sustancias presentes en la atmosfera, que pueden llevar a aumentar el riesgo de cáncer de pulmón y de vejiga.
Para la plataforma Secretos para el Bienestar –secretosparaelbienestar.com- aunque los resultados del estudio no deberían sorprender a nadie, si es llamativa la rotundidad de las conclusiones. Ello supone que de una forma oculta hemos estado durante años, y lo estamos ahora, incrementando nuestras probabilidades de desarrollar una enfermedad como el cáncer de pulmón. Por ello la importancia de sensibilizarse sobre la importancia de mantener el aire que respiramos lo más puro posible por todos los medios disponibles a nuestro alcance y entre esos paliativos está, sin duda, el uso de purificadores de aire de calidad como el KenkoAir de Nikken.
Aunque está generalizada la anticipación y prevención para evitar la escalada de la contaminación ambiental, este no parece ser un remedio efectivo a medio plazo. Intereses económicos no facilitan precisamente la adopción de medidas drásticas anti contaminación. El único recurso que se plantea son acciones de tipo individual por medio de incorporar a nuestra vida elementos que minimicen la contaminación ambiental, como es el caso de los purificadores de aire.
El informe cita la escalofriante cifra de 223.000 muertes por cáncer de pulmón en el 2010 como consecuencia de la contaminación. Para su elaboración se han tenido en cuenta otros elementos además de la contaminación derivada fundamentalmente de medios de transporte. En esta ocasión, y por primera vez, se han analizado otros elementos contaminantes como las calefacciones, las emisiones industriales y las agrícolas.
Para el responsable de la sección de monográficos del IARC, encargado de establecer la clasificación de carcinógenos, la contaminación ambiental no es solo un gran riesgo para la salud en general, sino también la principal causa medio ambiental de muertes por cáncer.