Son muchas las causas de las alergias y entre ellas muchos productos domésticos que liberan sustancias químicas nocivas en el aire.
Entre otros muchos elementos causas de la alergias podemos destacar: algunos materiales empleados en muebles modernos. Alfombras y cortinas. Todo tipo de textiles. Equipamiento eléctrico cada vez más abundante. Productos de limpieza de la casa con elementos nocivos. Productos de cuidado personal e higiene.
Causas de las alergias
Polen. De los árboles, hiervas y todo tipo de plantas. Es la causa más común de la fiebre del heno y los niveles de contaminación varían con los cambios en el tiempo.
Ácaros de polvo doméstico. Pequeños animales microscópicos que viven en colchones, ropa de cama, tapicerías, alfombras y en el propio polvo. El contacto con sus excrementos y sus restos , tanto por contacto directo como por inhalación puede inducir a la alergia.
Moho. Hongo que se desarrolla en ambientes húmedos como sótanos, bodegas, patios o cuartos de baño. Cuando las esporas del hongo pasan al aire pueden producir síntomas alérgicos y otros problemas respiratorios. Por ejemplo, hay gente que está convencida que son alérgicos a los árboles de Navidad, pero en realidad lo son al moho acumulado en esos árboles.
Mascotas. Cada vez más frecuentes en los hogares son otra forma de sensibilidad alérgica. En realidad no es el animal en si mismo. Frecuentemente las reacciones alérgicas son causadas por una proteína contenida en las descamaciones de piel muerta del animal, la saliva o la orina.
Perfumes. Colonias, lacas, desodorantes y todo tipo de fragancias. Liberan moléculas en el aire que al ser inhaladas por personas sensibles a las alergias, provocan reacciones cutáneas y afectan a la respiración. La reacción no tiene porque ser inmediata o debida en si mismo a su propio efecto. Los productos químicos que despiden suelen aumentar la sensibilidad en general pareciendo que la reacción la provoca otro agente distinto.
Durante la reacción alérgica se libera histamina del cuerpo y los síntomas suelen incluir erupciones cutáneas, ojos llorosos o goteo nasal, sin mencionar el estrés emocional.