Son verdades sobre el estrés que muchos desconocen. El estrés puede ser bueno en determinados momentos y malo en la mayoría de las ocasiones.
Si le preguntarán acerca de si el estrés es bueno o malo para la salud ¿Qué respondería? Seguramente la segunda afirmación. Pero ambas son verdad. El estrés es beneficioso en algunas ocasiones y, normalmente, bastante perjudicial.
Creemos que el estrés es algo malo. La sociedad actual, en dónde tanto abunda, nos repite que hay que huir de él. Pero en realidad el estrés es una parte natural de la vida. Al menos así lo manifiesta Charles Hu, investigador de nutrición de Nutrilite. Para él es la forma en que nuestros cuerpos reaccionan a cualquier tipo de cambio en nuestras vidas. Bien sea positivo o negativo.
Por ejemplo. Un ascenso en el trabajo o un premio repentino producen estrés saludable. También suele suceder con un ejercicio vigoroso que también producirá estrés. Por lo tanto estamos hablando de un estrés saludable. Como resultado nos hace sentirnos bien.
Pero en el caso contrario, el estrés más habitual por el trabajo, no se puede afirmar sea para nada beneficioso. Un desencuentro familiar o amistoso. Una fecha vencida o la acumulación de deudas por problemas económicos. Probablemente traerá consigo dolor de cabeza, tensión muscular, molestias de estomago u otros síntomas de enfermedad.
Verdades sobre el estrés: tener mucho cuidado
Demasiado estrés negativo, el más habitual, puede conducir a serios problemas de salud. Presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad o diabetes. De ahí la importancia de mantener siempre un control sobre la situaciones de estrés. Sobre todo de aquel que se ha hecho cotidiano en nuestras vidas.
Qué hacer y qué no hacer
Comer alimentos que frenan y combaten en estrés. Piense en verduras de hoja verde, pechuga de pavo, avena, arándanos.
Hacer ejercicio diario. Poco pero de forma constante.
Olvidarse del tabaco, la cafeína o el alcohol.
No se aísle con las nuevas apps ni con la televisión. Cuidado con estar todo el día en Internet. Puede hacer, y seguramente lo haga, que se siente mucho más estresado.
Por último no olvide las actividades que le gustan que en muchas ocasiones quedan aparcadas. Cenar en familia o con amigos. leer o escuchar música o ver una buena película.